martes, 7 de octubre de 2008

Miquel Sitja, arquitecto del “ecoedificio” Lavola

“Construir un edificio ‘verde’ no tiene por qué implicar sobrecoste”
Julio de 2008

Entrevista publicada en el número 69 de Energías Renovables en papel, de julio-agosto de 2008. Autora: Tamara Vázquez

La sede que la compañía de servicios ambientales Lavola tiene en Manlleu (Barcelona) es un ejemplo de edificación sostenible por cómo usa la energía y el agua. El pasado 11 de abril, la Comisión Europea recompensó el trabajo de los promotores de este inmueble con el primer premio anual del programa GreenBuilding, que reconoce su esfuerzo por integrar el uso de las energías renovables en la construcción no residencial.

¿Por qué ha obtenido el “ecoedificio” de Lavola el premio GreenBuilding Awards 2008 de la Comisión Europea?
Por el conjunto de propuestas arquitectónicas y técnicas del “ecoedificio”. Respecto a un local tipo de oficinas, estas medidas suponen un ahorro de, aproximadamente, un 26% de energía primaria. La organización también ha reconocido el ahorro de agua que se deriva del uso de la lluvia para su distribución interior.

¿Qué criterios de sostenibilidad se han tenido en cuenta en el diseño de este edificio?
En mi opinión, la sostenibilidad de un edificio se sustenta en tres aspectos: economía, ecología y equidad social. El primero es importante, porque la construcción de un edificio verde no tiene que implicar un sobrecoste para la propiedad. Asimismo, una edificación de este tipo debe incluir criterios ecológicos tanto en su diseño, como en la elección de materiales. De este modo, conseguiremos también un edificio sano.

¿Qué aspectos bioclimáticos influyeron en el diseño arquitectónico?
El solar en el que está situado el “ecoedificio” está situado en medio de la ciudad, y eso implica una determinada orientación. Asimismo, el clima de la zona –mediterráneo continental– se caracteriza por tener inviernos muy fríos y húmedos y veranos muy calurosos. Estas premisas hicieron que pensáramos en un diseño bioclimático que aprovechara la energía solar para precalentar el aire de renovación interior –mediante un invernadero en la fachada sur (NR: Norte en el hemisferio sur)– y que, al mismo tiempo, nos protegiera de su impacto en la fachada oeste –la más amplia– mediante protectores fijos y móviles.

¿De qué otro modo se empleó la energía solar?
Aparte de la utilización de la energía solar en los elementos pasivos del diseño arquitectónico, ésta se utiliza para calentar el agua caliente sanitaria a través de placas térmicas y produce energía eléctrica mediante dos paneles fotovoltaicos giratorios situados en la cubierta del edificio.

¿Cree que los modelos arquitectónicos sostenibles conseguirán imponerse a las edificaciones convencionales?
No sé si las edificaciones construidas bajo criterios de sostenibilidad se impondrán o no, pero la mayoría de los edificios emblemáticos que se están proyectando en este momento incorporan este tipo de criterios. La situación energética actual hace imprescindible que se utilicen al máximo estrategias que minimicen el consumo energético de todos los edificios. El ”ecoedificio” es un ejemplo demostrativo de que se pueden construir edificios respetuosos con el medio ambiente, que ahorran energía y que pueden ser reproducidos en circunstancias similares.

¿Qué otros proyectos ha diseñado siguiendo criterios de sostenibilidad?
A partir de la experiencia del ”ecoedificio” de Lavola, hemos diseñado varias viviendas unifamiliares, algunas ya construidas y otras en proyecto, y un centro de interpretación del medio en Los Monegros. En este momento estamos proyectando asimismo la construcción de una guardería en base a criterios de sostenibilidad.

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